Los tacos al pastor son una deliciosa especialidad mexicana. No hay mexicano que no los haya probado, por lo menos una vez en su vida y ¡Por supuesto! Todos sabemos de alguna taquería donde los dan bien servidos y acompañados de una salsita ¡increíble! Pues bien, hoy le vamos a dar una vuelta a esa delicia mexicana y te vamos a enseñar cómo prepararlos en casa.
Pero antes, debemos recordar que los tacos al pastor regularmente se preparan con carne de cerdo marinada en una mezcla de achiote, chiles, especias y piña. En los establecimientos que todos conocemos, la carne se cocina en un trompo vertical y luego se corta en finas rebanadas.
Receta casera para preparar unos tacos al pastor en casa
500 gramos de carne de cerdo (pierna o lomo), en trozos delgados.
1/2 taza de adobo de achiote
3 chiles guajillos, sin semillas y remojados
2 chiles anchos, sin semillas y remojados
3 dientes de ajo
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de pimienta negra
1 cucharadita de orégano
1/2 taza de vinagre de manzana
Sal al gusto
Rodajas de piña
Forma de preparación
En una licuadora, mezcla los chiles guajillos y anchos, ajo, comino, pimienta, orégano, vinagre y sal, hasta obtener una salsa. Marina la carne con la salsa de achiote y la mezcla de chiles. Deja reposar en refrigeración al menos 2 horas o preferiblemente durante la noche.
Precalienta el horno a 180°C. Coloca la carne marinada en una bandeja para horno y añade rodajas de piña encima.
Hornea durante 30-40 minutos o hasta que la carne esté bien cocida y dorada. Para servir, calienta tortillas de maíz y coloca la carne asada con piña. Puedes agregar cebolla, cilantro y salsa al gusto. ¡Disfruta de tus tacos al pastor hechos en casa!
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Cinéfilo empedernido y amante de las artes, de la comunicación, el diseño y las redes sociales, locutor esporádico en Irreversible radio y ex editor del sitio estilo 8ymedio, gusta de compartir contenido de calidad con sus lectores más acérrimos así como sus peculiares gustos culinarios que plasma en este sitio, donde la forma y el contenido son el pan de cada día (literal y metafóricamente hablando)