En Jalisco, durante la celebración del Día de Muertos, se acostumbra a recibir a nuestros seres queridos que ya partieron con una bebida tradicional que reconforta el alma: el atole de cempasúchil y mandarina.
Con la llegada del frío otoñal, recordamos con cariño a quienes ya no están y nos preparamos para su visita. En México, el Día de Muertos es una festividad llena de sabores y tradiciones, y este atole, con su mezcla de ingredientes únicos, es una muestra de ello.
Cómo preparar el atole de cempasúchil y mandarina, estilo Jalisco
La combinación de la flor de cempasúchil, símbolo de la festividad, con la mandarina, crea una bebida exquisita que honra a nuestros difuntos.
Los ingredientes necesarios para preparar esta bebida son: tres tazas de leche de tu preferencia, 150 gramos de masa de maíz, la cáscara de una mandarina, una rama de canela y media cucharadita de cúrcuma.
Adicionalmente, se requieren dos tazas de agua, una taza de pétalos de flor de cempasúchil orgánica y endulzante de tu preferencia al gusto, como azúcar morena o piloncillo.
Primero, se diluye la masa en la leche y se cocina a fuego lento con la cáscara de mandarina. Luego, se añade la canela y la cúrcuma hasta que espese. Aparte, se licúan los pétalos de cempasúchil con agua y endulzante. Finalmente, se agrega esta mezcla a la leche y se cocina hasta que hierva.
Para disfrutar de este atole en la ofrenda, se recomienda añadir un toque de canela y acompañarlo con el pan que prefería nuestro ser querido. Tomarlo caliente o tibio nos permitirá compartir el momento con las ánimas y ahuyentar el frío en esta fecha tan especial.
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