Seguramente has probado los cacahuates japoneses, una botana común en reuniones o eventos, pero ¿sabías que este popular producto que actualmente encontramos en cualquier tienda de dulces es 100% mexicana? Nosotros te contamos la historia de los cacahuates japoneses, un producto originario de México.
Los cacahuates japoneses fueron inventados por Yoshihei Nakatani Moriguchi, un hombre que llegó a México en 1932 y radicaba en la Ciudad México junto a su esposa Emma, una mujer oriunda del barrio de La Merced, y sus hijos. Yoshihei trabajaba elaborando botones de concha nácar para “El nuevo Japón”, una tienda que competía con el Palacio de Hierro y Liverpool.
Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial el gobierno se vio obligado a cerrar las empresas de un hombre japonés de nombre Neipon Heijiro Kato, dueño de “El nuevo Japón”, que presuntamente fungía como espía del imperio japonés, razón por la cual fue deportado a su país de origen.
Tras este suceso cientos de japoneses que trabajaban en la fábrica perdieron su empleo, incluido Yosihihei, quien se vio en la necesidad de buscar una nueva forma de generar ingresos para él y su familia.
El curioso origen de los cacahuates japoneses
Fue así como, con la ayuda de su esposa comenzó a fabricar y vender distintos tipos de botanas como muéganos y frituras de trigo. Al buscar hacer una botana a base de cacahuate, Yoshihei combinó soya y harina de trigo, logrando crear unos cacahuates cubiertos por una deliciosa capa tostada.
Poco a poco esta botana se fue popularizando en la vecindad donde vivían, creándose enormes filas para consumir los “cacahuates del japonés”, como eran llamados, posteriormente este nombre fue cambiando a cacahuates japoneses, como los conocemos actualmente.
Debido al éxito de la botana, Yoshihei y su esposa comenzaron a colocar los cacahuates en pequeñas bolsas de celofán para poder comercializarlas en distintas tiendas y dulcerías ubicadas en el barrio de la Merced y sus alrededores. En 1950, en la envoltura de los nombrados cacahuates “Nipon” se podía ver el dibujo de una geisha, creado por la hija del matrimonio para dar identidad a la marca.
Desafortunadamente ante la falta de una patente que acreditara a Yoshihei como el inventor de esta botana, el producto fue copiado por muchos otros, iniciando el declive en el negocio de Yoshihei, que tenía que competir con las nuevas marcas que comercializaban su invento.
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Hola, soy Esmeralda González. Licenciada en Comunicación social. Aamante del fotoperiodismo y de contar historias.