Los chiles rellenos de queso (o de cualquier otro ingrediente, como carne) son un platillo típico de la cocina mexicana que combina elementos picantes y sabores reconfortantes. En la mayoría de los casos se utilizan chiles poblanos, aunque también suelen utilizarse otro tipo de chiles como jalapeños e incluso los chipotles secos.
El resultado es un platillo que combina la suavidad y cremosidad del queso con el sabor ahumado de los chiles asados. La mezcla de texturas y sabores crea una experiencia culinaria única y deliciosa. Los chiles rellenos de queso suelen servirse con salsa de tomate o salsa de chile, y a menudo se acompañan de arroz y frijoles.
Hoy te mostraremos la forma de preparar unos chiles rellenos de queso.
Ingredientes para preparar chiles rellenos de queso:
Doce chiles verdes (poblano, jalapeño o el que gustes).
250 gramos de queso.
250 mililitros de crema fresca o media crema.
Dos cucharadas de mantequilla.
Seis huevos.
Una cucharada de harina.
250 gramos de queso regional.
Tres elotes.
Dos tomates.
Una cebolla verde.
Sal al gusto.
Aceite para freír.
Forma de elaboración:
Asa los chiles verdes y límpialos con cuidado para que no se rompan. Hazles una abertura en medio para sacar las semillas. Cuece el elote, corta los granitos con un cuchillo y a estos, añádeles el queso y la mantequilla.
Separa las claras de huevo y bátelas a punto de turrón, luego agrega las yemas y la harina y bate todo muy bien. El tomate y la cebolla se licuan (Puedes agregar chile de árbol).
Rellena los chiles con la mezcla del queso y el elote. Luego capéalos en el huevo con harina y fríelos en aceite bien caliente hasta que doren por todos los lados.
Al final báñalos con la salsa de tomate y rocíalos con el queso y la crema. Si no tienes queso, puedes usar carne molida, preparada como picadillo… ¡Disfrútalos!
Cinéfilo empedernido y amante de las artes, de la comunicación, el diseño y las redes sociales, locutor esporádico en Irreversible radio y ex editor del sitio estilo 8ymedio, gusta de compartir contenido de calidad con sus lectores más acérrimos así como sus peculiares gustos culinarios que plasma en este sitio, donde la forma y el contenido son el pan de cada día (literal y metafóricamente hablando)