Oaxaca, tierra de tradiciones, colores vibrantes y sabores inigualables, es el hogar del mole, uno de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana. Adentrarse en el mundo del mole oaxaqueño es embarcarse en una aventura culinaria que deleita los sentidos y nos transporta a la historia y cultura de este fascinante estado.
Un platillo con historia
El mole, cuyo nombre proviene del náhuatl “molli” (salsa), tiene sus raíces en la época prehispánica. Se dice que su origen se remonta a los antiguos mixtecos y zapotecos, quienes preparaban salsas con chiles, hierbas y especias para acompañar sus alimentos.
Con la llegada de los españoles, se incorporaron nuevos ingredientes como el chocolate, las almendras y el ajonjolí, dando lugar a la rica variedad de moles que conocemos hoy en día.
Los siete moles oaxaqueños que debes probar:
En Oaxaca, la tradición culinaria ha dado origen a una diversidad de moles, cada uno con su propia personalidad y sabor. A continuación, te presentamos los ziete moles más emblemáticos de este estado:
Mole negro: El rey de los moles, de sabor intenso y complejo, elaborado con una gran variedad de chiles, especias, frutos secos y chocolate. Se suele servir con guajolote o pollo.
Mole rojo: Un mole de sabor fuerte y picante, con un toque ahumado. Se prepara con chiles rojos, especias y jitomate. Ideal para acompañar carne de cerdo o pollo.
Coloradito: Similar al mole rojo, pero con un sabor más suave y ligeramente dulce. Se elabora con chiles anchos, especias y chocolate. Perfecto para disfrutar con pollo o cerdo.
Mole verde: Un mole fresco y herbal, con un toque picante. Se prepara con chiles verdes, hierbas como el epazote y pepitas de calabaza. Se suele servir con pollo o cerdo.
Mole amarillo: De sabor suave y delicado, con un toque de acidez. Se elabora con chiles amarillos, especias y masa de maíz. Ideal para acompañar pescado o pollo.
Chichilo: Un mole negro con un sabor más ahumado y terroso. Se prepara con chiles chilhuacles negros, especias y tortillas quemadas. Se suele servir con carne de res.
Manchamanteles: Un mole de sabor agridulce, con frutas como plátano macho, piña y manzana. Se prepara con chiles anchos, especias y vinagre. Ideal para acompañar cerdo o pollo.
¿Qué esperas? Emprende la Ruta del Mole en Oaxaca
Para vivir una experiencia gastronómica completa, te invitamos a recorrer la “Ruta del Mole” en Oaxaca.
En la capital del estado, encontrarás una gran variedad de restaurantes que ofrecen los diferentes tipos de mole. No te pierdas el Mercado 20 de Noviembre, donde podrás probar diferentes moles en los puestos de comida.
También te recomendamos visitar San Martín Tilcajete. En este pueblo mágico, podrás degustar el mole negro en su versión más tradicional, acompañado de tortillas hechas a mano.
Te recomendamos visitar Oaxaca durante la temporada de lluvias (julio-septiembre), cuando los ingredientes del mole están en su mejor momento.
Otro lugar que puedes visitar si quieres probar un mole delicioso y vives en CDMX:
Si no deseas viajar hasta Oaxaca, puedes visitar San Pedro Atocpan. Esta comunidad en la Ciudad de México es conocida como la “Cuna del Mole”. Aquí podrás visitar molinos y fábricas de mole, y disfrutar de este platillo en sus diferentes versiones.
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Emprendedor, empresario, fan del buen café, de la buena comida ¡y de las pizzas!. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres