Las cálidas costas del Pacífico mexicano, particularmente en Nayarit, la tradición culinaria se funde con ingredientes frescos para ofrecer delicias inolvidables. Entre las muchas recetas deliciosas recetas que encuentras ahí se encuentra el caldo de jaiba estilo Nayarit.
Para disfrutarlo en casa, basta con reunir algunos elementos comunes en la cocina mexicana.
Caldo de jaiba estilo Nayarit, receta y modo de preparación
Se necesitan seis jitomates pequeños, un chile serrano (o la cantidad que se desee según la tolerancia al picante), un diente de ajo grande, un trozo de cebolla, unas ramas de cilantro fresco, sal y pimienta al gusto, y el ingrediente clave: un kilo de jaiba bien lavada.
El proceso inicia al asar los jitomates, el chile, el ajo y la cebolla hasta que tomen un color dorado y un aroma ahumado. Una vez listos, se licúan juntos para obtener una salsa espesa y fragante.
Luego, en una cazuela amplia, se calientan dos cucharadas de aceite y se vierte la mezcla licuada junto con litro y medio de agua. Al caldo se le añaden las ramas de cilantro, sal y la cucharada de pimienta, creando una base intensa y aromática.
Una tradición que se cuece a fuego lento
El siguiente paso es incorporar la jaiba al caldo. Es fundamental asegurarse de que esté bien limpia para que el sabor del mar se mantenga puro y agradable.
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El Machete de Arrachera, una delicia apta para meatlovers en el corazón de la colonia RomaUna vez que todos los ingredientes están en la cazuela, se tapa y se deja hervir el tiempo necesario para que la jaiba se cocine a la perfección.
A esta preparación también se le conoce con el peculiar nombre de “levanta muertos”, por su capacidad para reconfortar el cuerpo en días fríos o después de una noche agitada.
Un toque picante y acompañamientos perfectos
En algunas regiones de Nayarit, se prefiere añadir un extra de picante utilizando chiles habaneros, lo que le da al caldo un giro aún más atrevido sin restarle su esencia marina.
A la hora de servir, muchos lo complementan con pepino fresco y cebolla picada, además de unas gotas de limón para realzar el sabor. También hay quienes prefieren acompañarlo con arroz blanco con granos de elote, una opción que suma textura y balancea perfectamente los sabores intensos del marisco. Para la bebida, lo ideal es una cerveza bien fría, un refresco o una refrescante agua de frutas como piña, melón o limón.
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